Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “A nivel mundial, se estima que cada año se pierden 12.000 millones de días de trabajo debido a la depresión y la ansiedad, a un coste de 1.000M € por año en pérdida de productividad”. Sin embargo, el cuidado del bienestar emocional es todavía una asignatura pendiente para las empresas españolas, cuando en muchas ocasiones, salud mental y entorno laboral van de la mano.
En este post arrojamos un poco de luz sobre esta asignatura pendiente con algunas de las estrategias que podemos poner en marcha desde las empresas, así como medidas que podemos incluir en nuestra propuesta de valor al empleado, para reducir el riesgo de enfermedades mentales entre nuestra plantilla.
Ofrecer modelos de trabajo flexible
La rigidez en los modelos de trabajo puede generar estrés y agotamiento. Fomentar la flexibilidad de horarios y la posibilidad de trabajar de forma remota brinda a los empleados la libertad para gestionar sus responsabilidades profesionales y personales de manera más equitativa.
Esta flexibilidad no solo permite a las personas conciliar mejor sus vidas familiares, sociales y laborales, sino que también reduce la tensión y el estrés asociados con los desplazamientos y las demandas rígidas de horarios.
Al adoptar modelos de trabajo flexibles, las empresas demuestran su compromiso con el bienestar integral de sus empleados.
Promover el bienestar físico
“Mens sana in corpore sano”
Probablemente sea una de las expresiones latinas más repetida durante los siglos, y podemos entender por qué. El bienestar físico y mental están intrínsicamente conectados. Y es que, al embarcarnos en actividades físicas, sean del tipo que sean, nuestro cuerpo libera endorfinas, conocidas comúnmente como las “hormonas de la felicidad”. Estas endorfinas no solo generan una sensación de euforia, sino que también actúan como analgésicos naturales, reduciendo el estrés y la ansiedad.
Por eso, promover el ejercicio físico desde las empresas es una buena forma de favorecer la salud mental de los empleados. Ofrecer gimnasios como beneficio del plan de retribución flexible de la empresa, organizar clases de meditación o permitir los walking meetings son medidas efectivas pata integrar el bienestar físico en la rutina diaria de los trabajadores.
Facilitar la desconexión digital
En la era digital, la línea entre el trabajo y la vida personal a menudo se difumina. Para proteger la salud mental de los empleados, es fundamental establecer límites claros en cuanto a la disponibilidad fuera del horario laboral. Estimular la desconexión digital implica respetar el tiempo libre de los empleados y evitar la presión implícita de estar siempre conectado.
Fomentar una cultura donde los mensajes y correos electrónicos no urgentes se pospongan hasta el siguiente día laboral contribuye a un ambiente donde los empleados pueden relajarse y recargar energías, promoviendo así la salud mental a largo plazo.
Aumentar la comunicación positiva
La comunicación abierta y transparente es clave para construir una cultura de apoyo. Fomentar un ambiente donde los empleados se sientan cómodos compartiendo sus preocupaciones y desafíos ayuda a prevenir problemas de salud mental antes de que se intensifiquen.
Para ello, la implementación de algunas medidas puede resultar de gran ayuda para las empresas. Por ejemplo, realizar encuestas de clima laboral que ayuden a la Dirección a conocer las preocupaciones de sus profesionales, situaciones que pueden estar afrontando tanto en lo personal como en lo profesional y a adoptar medidas que pueden cubrir sus necesidades en cada momento. Por otro lado, contar con programas de reconocimiento público donde los profesionales puedan compartir los logros y mostrar su admiración o agradecimiento hacia otros compañeros, es otra gran manera de crear un entorno donde la comunicación fluye de manera efectiva, se gestiona el estrés y se fomenta un sentido de pertenencia y motivación.
Promover el bienestar financiero
Una de las principales fuentes de estrés y otros problemas de salud mental en las personas es su situación económica. Por eso, las medidas enfocadas a promover el ahorro entre nuestros profesionales son otra gran opción para contribuir al bienestar emocional de nuestro equipo.
Ofrecer planes de retribución flexible que se adapten a las necesidades de cada empleado y les permitan ahorrar en el pago de impuestos, o sistemas de previsión social empresariales que les ayuden a ahorrar, tener un control de sus finanzas y asegurarse una buena situación financiera en el futuro son excelentes formas en las que la empresa puede promover el bienestar de sus profesionales.
En resumen, promover la salud mental en el lugar de trabajo no es solo una responsabilidad ética, sino también una estrategia inteligente para cultivar un equipo productivo y comprometido. Al integrar estas cinco estrategias, las empresas pueden construir un entorno donde la salud mental sea una prioridad y donde los empleados florezcan tanto profesional como personalmente.
