Toda empresa que quiera ofrecer un producto exitoso debe tener en cuenta la experiencia de usuario. También conocida como UX o user experience, hace referencia a las sensaciones que experimenta una persona cuando está interactuando con un producto o servicio digital, como por ejemplo una página web o una aplicación móvil.
Para determinar si la experiencia ha sido positiva o no, se evalúan aspectos como lo intuitivo que es de usar y en lo sencillo que le resulta al usuario satisfacer su intención de búsqueda. A esto tenemos que sumarle las impresiones generales de la persona una vez ha terminado de usar el producto.
¿Hay que ofrecer una buena UX en la retribución flexible?
Por supuesto, la UX también juega un papel fundamental en la retribución flexible de las empresas. De por sí, este concepto puede resultar algo complejo para aquellas personas que no están familiarizadas con él, por lo que ofrecer una buena user experience en la web o aplicación donde se ofrezca facilitará, en gran medida, que el usuario cubra su necesidad de búsqueda, ya sea para entender en qué consiste o para contratar algún producto del que pueda beneficiarse.
Si se aplica correctamente, el número de productos adquiridos por los empleados de la empresa puede verse incrementado de forma drástica, lo que es algo muy beneficioso para ambas partes.
Claves para implementar una UX efectiva
1. Conoce a tus usuarios
Lo primero que debes tener claro es saber a quién te estás dirigiendo, en este caso, cuál es el tipo de usuario que te visita y qué objetivos, necesidades de búsqueda e inquietudes puede tener. Esto lo puedes deducir mediante encuestas, cuestionarios, analítica y métricas.
De este modo, el equipo que se encargue de diseñar el producto dispondrá de mucha más información útil que le permitirá desarrollarlo de la forma más efectiva posible.
2. Organiza la información
De nada sirve que ofrezcas toda la información necesaria del producto si el usuario no la puede encontrar fácilmente. Por lo tanto, la debes presentar de forma intuitiva, dándole más visibilidad a los aspectos de más relevancia según el tipo de búsqueda que esté haciendo la persona en cuestión.
2. Ten en cuenta el diseño
La primera impresión que recibe el usuario es crucial a la hora de que tome una decisión. Por esta razón, el producto que ofrezcas debe tener un diseño atractivo y bien presentado, con el fin de que a la persona le den ganas de seguir conociendo el producto.
3. Ofrece una buena usabilidad
Cuando hablamos de ‘usabilidad’ nos referimos al grado en el que nuestro producto puede resultarle útil a nuestro público objetivo. Para determinar esto, debemos basarnos en lo fácil o difícil que es entenderlo, su eficiencia, sus errores y en el nivel de satisfacción que tiene el usuario una vez lo ha consumido.
En caso de que lo ofrezcamos mediante una web o app, es muy importante que lo adaptemos tanto a ordenadores, móviles y tablets, con el fin de que las personas puedan acceder a él con facilidad desde cualquier dispositivo y desde cualquier lugar.
Conclusiones
En definitiva, nuestro producto tiene que estar pensado y enfocado totalmente en las personas, por lo que debemos tener en cuenta todas las dudas, necesidades y objetivos de nuestros usuarios. Una vez lo presentemos al mercado, debemos seguir recopilando información con el fin de ir mejorándolo en versiones posteriores para que cada vez sea más competitivo y. Como ves, esto es un aprendizaje continuo, pero con constancia y dedicación, podemos lograr grandes resultados.