Muchos de nosotros utilizamos nuestros vehículos con mucha frecuencia, ya sea para ir a trabajar, ir a ver nuestros amigos y familiares, ir de viaje o de compras.
Debido a todo el uso que le damos, es importante que sepamos cuál es el seguro más adecuado para nuestro vehículo en caso de tener sufrir algún daño físico o material. Los accidentes de coche pueden llegar a generar grandes daños corporales y materiales que pueden llegar a costar miles de euros.
Por esta razón, prácticamente todos los estados exigen tener nuestro vehículo asegurado. Por lo que si estás buscando un buen seguro para tu coche con el que puedas estar totalmente tranquilo, es recomendable que tengas en cuenta algunos aspectos. Lo más importante para este tipo de seguro es que cubra lo siguiente:
• Los posibles daños físicos.
• Los posibles daños materiales.
• Que tenga cobertura a todo riesgo.
• Que ofrezca cobertura en caso de que se produzca una colisión.
En primer lugar, la mayoría de los estados exigen, como mínimo, una cobertura en caso de daños corporales y materiales. En cuanto a asegurar nuestro coche a todo riesgo o en caso de colisión, suele ser opcional, aunque recomendable.
Tu póliza de automóvil debe protegerte a ti y a las otras personas en la carretera. Por ello, además de los requisitos obligatorios, también es recomendable que consideres la posibilidad de añadir algunos otros tipos de cobertura que pueden ahorrarte mucho dinero en caso de que sufras un accidente.
La cobertura por daños físicos
Si sufres un accidente de coche y tú eres el culpable, esta cobertura se encarga de indemnizar por los daños causados a las personas afectadas. Se encarga, básicamente de pagar los gastos médicos, el sufrimiento, el dolor y los posibles salarios perdidos de las otras partes.
Además, también puede ayudarte a costear los gastos de los honorarios legales en caso de que las personas que han sido afectadas decidan demandar por daños adicionales.
La cobertura por daños materiales
Del mismo modo que en el punto anterior, si eres el responsable de un accidente, tendrás que encargarte de los daños causados al vehículo o la propiedad de la otra persona. También incluye los gastos legales en caso de que la otra persona decida demandar por otro tipo de daños.
La cobertura a todo riesgo
Como ya hemos mencionado, esta es opcional. Se encarga de cubrir aquellos costes de tu vehículo que no sean colisiones y se escapen de tu control. Es decir, en caso de que te lo roben, se incendie, le impacte algún objeto o sufra algún desastre natural, entre otros.
La cobertura por colisión
Esta también es de carácter opcional. Pero también la puedes tener en consideración ya que, si la añades a tu póliza, te puede ayudar a pagar la reparación o sustitución de tu vehículo en caso de que sufra un choque o vuelque.
Es mejor prevenir que curar
Nunca esperas tener un accidente de coche, pero, si ocurre, agradecerás que tu póliza de seguro te ayude a reducir -o a cubrir por completo- la cantidad que deberás en gastos médicos u otros daños. Para prevenir todos estos riesgos, es mucho mejor estar preparado. Por eso es tan importante contratar el tipo de seguro que mejor se adapte a tus preferencias y a tu coche.